¿Cuál fue la respuesta? Un susto pero de nuevo estaba tiritando. Un segundo “hola” de la misma persona hizo que aquel bulto por fin dejase de temblar. Varios segundos pasaron pero fueron una eternidad hasta que descubierto el rostro aún cegado por la luz de los linternas, recordaron a la joven con la que meses atrás estuvieron experimentando.
Varios días después del milagro acontecido, los resultados de la muestra aun seguían incompletos. No habían destruido ningún papel anterior por lo que podrían contrastar esas muestras con la nueva. ¿Parecidos? Ninguno. Nino pensó que debía haberse equivocado y que algún fallo debiera haber, por lo tanto, pasaría un tiempo descifrando cómo había sucedido eso.
Mientras, la alimentación (de aquel ser humano) no seguía ningún orden cronológico porque el horario de los chicos les impedía mantener una alimentación regular, es decir, un día a las ocho de la mañana desayunaba como al día siguiente a la misma hora cenaba, simplemente, dependía de quién era el encargado esa vez. Tampoco caminaba de forma erguida durante las primeras semanas, aquello fue, en cierto modo, un inconveniente junto al comportamiento que ofrecía hacia ellos.
Ahora, durante la cena discuten sobre lo acontecido y sobre lo que sucederá:
- … En conclusión, dejemos la ciencia para siempre. Lo único que hemos sacado razonablemente de los resultados es que “eso” no es humano aunque lo aparente.
- Querrás decir genéticamente no lo es pero no hay ninguna deformación física que demuestre lo contrario, ¿verdad?
- (Asiente con la cabeza mientras come su delicioso ramen)
- ¿Qué haremos con su identidad? La dieron por desaparecida, incluso se celebró un funeral en su honor, no sería agradable aparecer ante sus padres y decir: “¡Miren, su hija no ha desaparecido, estaba con nosotros!”
- ¡¡Démosle un nombre!! Hm… Que tal… “Extraterrestre”
- ¡Baka! (golpeando a Aiba en la cabeza)
- Itte~…
- Cómo se te ocurre algo así.
Parece ser que ellos no recordaban quién era ella, sólo de que había sido alguien con quien habían experimentado.
- Podríamos buscar entre sus cosas alguna identificación.
- (Todos) Hm…
Después de tantas vueltas, encontraron las pertenecías de la chica: una mochila, una bolsa para transportar un portátil, y un bolso de mano además de una maleta de equipaje. Revolvieron todos sus papeles, leían sus apuntes aunque no entendían nada, miraban en los libros, vaciaron el bolso… Pero dentro no había ninguna cartera, móvil o agenda entre las cosas que salieron. Ella, al oír tal alboroto, se acercó al lugar de donde provenía, se arrodilló en el suelo y preguntó en japonés, único idioma que le enseñaron:
- ¿Qué hacéis?
- […]
- (En tono serio y de preocupación) ¿Ha sucedido algo?
Centrados en sus quehaceres no le prestan atención, ni siquiera han notado su presencia). Aiba desiste, a lo que Jun dice:
- ¿Habéis encontrado algo?
- (suspira) Es muuuy difícil.
- La letra no se entiende, casi hay que descifrar lo que pone…
- Un nombre estaría escrito en mayúsculas o en otra tipografía. A no ser que entre tanto escrito haya alguna carta o relato.
- Pero, ¿qué estáis buscando?
- (Sorprendidos al creer que no estaban solos, es decir, no habían reparado en que ella estaba allí hasta que la oyeron hablar) Hm… Estamos buscando…
- Un nombre.
- ¿Un nombre?
- Una dirección…
- Un teléfono…
- ¿Dirección? ¿Teléfono?
- Algo con lo que podamos identificarte.
Todos miran a Ohno un tanto extrañados a la vez que molestos. Ella, en cambio, confusa con sus respuestas. Alguien tuvo un momento de lucidez y decidió hojear los papeles del hospital cuando la joven estuvo ingresada. Nombre, Nombre, Nombre… Era lo único que tenía en mente. “Descripción de síntomas”, “Descripción de actividad cerebral”, “Descrip…”. Hoja de paciente era lo que estaba buscando, no descripciones.
- (Balbuceando)… “de Paciente”, está a tu derecha.- Ohno, atento a todo pero sin mover un dedo.
- Gracias.
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